Poema Nazca de la Semana IV

Teníamos intención de subir este poema para el día de la raza, pero nos hemos conmovido tanto con la devoción profesada por nuestros monitos, que…que…¡qué mierda! lo ponemos ahorita, a modo de agradecidos versos…


A mis negros queridos

(Según loz modoz del demonio boaaaaaaa…)

Por Sir Rudyard Quatermain Baden -Powell.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Abandonasteis vuestros árboles,
La mutua ingesta de ladillas
Y el solaz entre elefantásticos mojones
A fin de arribar a nuestras villas,
“Envolvidos” en grilletes viles
Que no obstante, os alegraban como al niño sus papillas;
“¡Patrón, patrón! ¡Ahí, ahí, miráles!”
Me dijo el che Aniceto, de northstariadas zapatillas
Mientras, paternalmente, ocupábame de asuntos más triviales.


El azote y el rico alpiste
Os insufló bríos nuevos,
Trabajaban bien, no es un chiste,
Mas al poco tiempo, disteis muestra de faltaros huevos;
Como putas que les sale un quiste
¡O peor aún! ¡Dios de los Cielos!


Igual a maricas con devoción al chisme.
Inquieto, hurgué en los motivos de tan súbita oligofrenia,
Y ¡me cago!! después de haceros pasar consulta,
¡Descubrí qué víctima había sido de aquel negrero de mierda, El Tenia!


¡No teníais verga! ¡eunucos erais por la madre puta!
¿Por qué, por qué, por qué vosotros, negros de Kenia?
¿Qué horrible acción en vuestra oscura patria os sumió en la inoperancia absoluta?
A pesar de todo, cirilos queridos, os guardo estima,
Me divertís con vuestras huevadas
Y ya quisiera veros sobre portátil tarima
Haciendo mil y un monadas;
¡Qué importa si es en Huacho, Trujillo o Lima!