(IN)FINITO
Por Los Señores:
El Patriarca del Santuario.
Mr. Jueves.
Ño Carnavalón.
Dueños y organizadores de este, su magno blog, Las Crónicas del Nazca.
“Es mentiroso ese hombre, es mentiroooooooooooooosoooooo” (Olga Tañón, ¿2003?).
Ya, en serio, y diche:
El Patriarca del Santuario diche: Así es como termina El Nazca: no con una bíblica lluvia de fuego y azufre dirigida a pulverizar chusma y analfabetos funcionales (¡cuán ingenuos fuimos algunos al sobrevalorar de esa manera tan patético recinto! ¡Esperando un acabóse apocalíptico, pardiez!), mucho menos al estilo de la portentosa casa Usher: nada de épicos derrumbes de origen sobrenatural bajo el manto de la noche y la presencia implacable, atávica, de una luna premonitoria. Por cierto, ¿se imaginan a K-nina “Chispita” Blackmouth haciendo las veces de Lady Madeline Usher? Pero en su caso, entrando súbitamente al corral de recitales nazquientos empapada de sangre, machete dannytrejonista en mano y con una canana de genitales masculinos rodeando su pecho, al tiempo que grita a voz en cuello para mayor pavor de El Demonio Boa y los fieles nazcarinos: ¡¡Pantalones abajo!! ¡¡Hoy les toca sangrar a ustedes!!, mientras la estancia toda cae entre mortíferas eyecciones de gases subterráneos y brutales movimientos sísmicos.
No. Nada de eso. Ni letales fenómenos atmosféricos ni maldiciones residenciales.
El desagüe del Nazca colapsó, simplemente.
Justicia poética, que le dicen.
Mr. Jueves diche: Juro por Crom y los genios de las aguas del Estigia que no creí semejante noticia en su momento, colega. Pensé que El Televidente estaba gastándonos una broma cuando nos avisó por teléfono esa noche.
Ño Carnavalón diche: Las bromas _ involuntarias _ se daban dentro de esa ratonera, colega. Lo que sí me llamó la atención fue cuánto tiempo pudieron estar reprimidas las aguas servidas de El Nazca sin llegar a explotar…
Mr. Jueves diche: Eso me vengo preguntando desde hace mucho. El Demonio Boa y su troupe vienen desarrollando sus actividades desde hace ¿10, 15, 20 años? y en todo ese lapso…¿no han podido reunir el suficiente dinero para montar siquiera un garaje propio donde escenificar sus farsas? ¿Qué han hecho con el dinero de, por ejemplo, la revista Los Supremos Aullidos? ¿Qué fue de sus _ uno podía suponer _ fuertes inversores? Por último… ¿y los ingresos de El Nazca a través de su consumo en alcohol, conciertos y juergas de fin de semana? ¿Los beneficios no alcanzaban ni para mejorar la infraestructura del local? ¿O…?
El Patriarca del Santuario diche: Dejemos las pesquisas económicas a nuestro superior, Don Lucio Foxy, caballeros. Centrémonos en el evento de aquella notte.
Mr. Jueves y Ño Carnavalón dichen: Sea pues.
El Patriarca del Santuario diche: Si no me equivoco, K-nina Blackmouth iba a ser presentada en sociedad ese miércoles en El Nazca, ¿verdad?
Mr. Jueves y Ño Carnavalón dichen: Es verdad.
Ño Carnavalón diche: La presentación de sus libritos se trasladó a último segundo al restaurante Mezcladas, ubicado en la esquina. Simpático lugar, todo sea dicho.
El Patriarca del Santuario diche: Cualquier lugar que abre sus puertas a esos subnormales se convierte automáticamente en una leprosería administrada por la Asquerosa Pandilla de Rateros y Asesinos, tengamos eso siempre presente, colegas.
Ño Carnavalón diche: Es discutible, pero bueno, continuemos.
Mr. Jueves diche: Compré los libros. La nouvelle Arrodillación y el poemario en quechua Tamya.
Ño Carnavalón diche: ¿Un poemario en quechua? ¿Y por qué? ¿Quién mierda sabe quechua en esta ciudad? Y conste que yo tengo don de lenguas…
Mr. Jueves diche: Los tres poseemos ese don, colega. Y bueno, escribir en el idioma de los imperialistas fue para dárselas de cosmopueblerina, asumo. O de exótica u original o transgresora. Qué se yo. De hecho, el _ muy venido a menos en sus performances _ Vito Vientre llegó a espetar un certero: No estamos en el Tahuantinsuyo…, hecho que, pude notar, incomodó a los presentes. Aunque luego la Blackmouth blandió una necesidad de conservar la musicalidad de sus versos, cuando se le preguntó si había anexado una traducción a sus poemitas. No me jodan.
El Patriarca del Santuario diche: Empecemos por los poemas. ¿Qué tal están?
Mr. Jueves diche: Son cagada, desde luego. Inconexas palabrejas y frases de histérica estreñida atiborrada de infralecturas. Aunque fácil la moza cree que se ha marcado el Primero Sueño de este siglo o alguna de esas memeces dizque rupturistas con las que los nazqueros suelen masturbarse.
El Patriarca del Santuario diche: ¿Y su nouvelle? ¿¡De rodillas, negro!?
Ño Carnavalón diche: Arrodillación. Lo compré. 41 paginitas que se hubieran invertido mejor en un mini recetario de cocina de sobrevivencia.
El Patriarca del Santuario diche: ¿Tan malo es?
Ño Carnavalón diche: Es rancio. Cojudiaco. Previsible. Posee la originalidad de una emisión madrugadienta de Risas y Salsa _ etapa de los 80s _, la audacia de un autista, la profundidad de un escupitajo y el interés subyacente en escoger 223 kilos de arroz.
El Patriarca del Santuario diche: ¿De qué va?
Ño Carnavalón diche: No es otra cosa que una buitreada de los precarios y soporíferos intereses de The Blackmouth, estimados colegas. K-nina crea _ desde el Topus Uranus, perdóname por decir eso, Aristocles Krodos _ , crea, decía, a La Chica Nata, alter ego suyo (aunque ella se empecinó en negarlo) a quien todo le apesta, todo le jode, todo le escalda. Las gentes a su alrededor son poco menos que un mojón de chucho callejero con distemper incapataces de comprender y/o escudriñar el complejo, prácticamente nirvánico mundo interior de esta Chun-Li dizque nihilista con aptitudes para el dibujo y la escritura vaginodentada…
El Patriarca del Santuario diche: ¿Chun-Li?
Ño Carnavalón diche: K-nina jura que es cinta azabache punta escarlata con pequitas añiles en karate, mi estimado; de esta manera, no es raro encontrar evocaciones de sus hobbys en su primera y bostezadora catarsis narrativa.
El Patriarca del Santuario diche: Entiendo. Prosiga, señor…
Ño Carnavalón diche: La vaina empieza con una frasecita prologar, la misma que revela a nuestra Xena de corso primaveral como un prospecto de monjita, una mujer ávida de implementos católicos y experiencias alpinistas: Mi cerro es aquella fe que crucifica anuncios jesuitas…
Mr. Jueves diche: ¿Y eso qué es? ¿Escritura automática post-catecista?
Ño Carnavalón diche: Más respeto, colega, no vaya a quedar como un asnorante reacio a la luzzzzzZZZZZZZZZZ (risas)…
El Patriarca del Santuario diche: Prosiga, señor…
Ño Carnavalón diche: ¡Pardiez! ¡Ahí debería terminar! (risas) Pero bueno, continuaré. La Nata Girl es una pro-emo de ínfulas indianajonesistasmadmaxianas _ hay que leer la parte cuando hace una carrerita bicicletina con un tico (risas) _ quien se lubrica leyendo al gran Arturito Rainbow y a la marimacha bipolar de Victoria Wolverine. Como ya mencioné, le revienta compartir el aire con los subhumanos que tiene por padres y coterráneos varios (pretendientes, compañeritos de estudios, vecinos), pues ella, faltaría más, es la típica y ultratópica jovencita inconforme-diferente-sensible-arisca-solitaria-y-demás-cojudeces. ¡Ah! También aparece una tipa de clítoris extirpado llamada Blacketta que llega a tener un rollo lesbianzuelo con la Natita. Hay referencias a alucinaciones esquizofrénicas de talante satanil y espacios confesionales en donde las personas que la trataron dan testimonio de lo desahuevante que fue conocerla. Punto.
Hay egotismos que subyugan, cierto es. Pero este, tiene los efectos de un somnífero elaborado por un farmacéutico clandestino de Calcuta.
El Patriarca del Santuario diche: ¿No hay gore, arengas antisemitas o una balacera a modo de clímax final, como la perpetrada por los estudiantes del delirante film if…(1968) de Lindsay Anderson? Se supone que Natita es una kontraziztema que te cagas…
Ño Carnavalón diche: Nada. Ni mierda, ya que nos estamos permitiendo estas procacidades.
El Patriarca del Santuario diche: Bueno. ¿Y el estilo narrativo? ¿La técnica empleada?
Ño Carnavalón diche: Insufrible. Se percibe un empacho de taller literario, primer relato e ínfulas mal digeridas. Arrodillación manifiesta una falta de espontaneidad alarmante, un andamiaje descriptivo idéntico al de un panfleto césaracuñista y la ausencia absoluta de la fluidez característica de toda narración perdurable.
El Patriarca del Santuario diche: O sea…
Ño Carnavalón, Mr. Jueves y El Patriarca del Santuario dichen: ¡O sea que es una mierda del tamaño del Everest! (Risas).
El Patriarca del Santuario diche: ¿Y qué más hubo? ¿Quiénes asistieron?
Mr. Jueves diche: ¿Quiénes fueron? Los mismos y mismos y mismos y mismos (y así ad nauseam) de toda la vida más algunitos familiares de los involucrados. El estrecho espacio quizá le otorgó un engañoso glamour expansivo al público asistente. K-nina fue presentada por tíos que nunca han dado la hora y como parte del show, un incircunciso se las dio de Bob Dylan en estado terminal. Vito Vientre hizo un ridículo que hace varias noches dejó de tener gracia y…¿qué más? Nada más. Ni siquiera se vió a Sunday Joe, flete de sonrisa equina y fotógrafo no oficial de este tipo de eventos…
El Patriarca del Santuario diche: ¿Es conforme, señor Carnavalón?
Ño Carnavalón diche: Es conforme, estimado colega.
El Patriarca del Santuario diche: Bien caballeros, ha sido un gusto trabajar con ustedes. Llegamos al final de este sendero y al inicio de uno nuevo. Con El Demonio Boa y su grey fungiendo de gitanos trashumantes (valga la redundancia) pero sin el encanto de los zíngaros cantados por los viejos rapsodas…¡con el Demonio Boa y su rebaño!, decía, desempeñando el papel de itinerantes freaks, donde jamás se encontrará la morbosa gracia de un espectáculo del gran tahúr Phineas Taylor Barnum y mucho menos la épica melancolía de un Joseph Merrick, con estas nazqueadas diseminadas en el aire, digo, nos ponemos de pie y apretando nuestras bolax exclamamos: ¡LAS CRÓNICAS DEL NAZCA HAN MUERTO! ¡LARGA VIDA A PDM!: ………