Por El Televidente
Como el mojón que soltaba el caballo al dar tristes vueltas alrededor de la plaza, El Nazca es pequeño, blando, hediondo y pródigo en microscópicos seres entusiasmados con la mierda. Con su fachada de garaje meaperros y sus putinteriores de autoctonismo ye ye, su sóla presencia justificaría un bombardeo aéreo a Forever Spring City por parte de alguna nación hiperindustrializada, sádicamente dirigida por un megalómano que se pasó meses enteros leyendo Robur El Conquistador y El Amo del Mundo.
Estaba por hacerme una paja brutal mientras veía extasiado a la preciosa Mary Ingalls por la tele, cuando el teléfono sonó. “Hoy en el Nazca, a eso de las siete y media u ocho p.m.”, dijeron los tenientes. Puta madre. ¡¿Es que ese agujero sigue funcionando?! ¿A qué nueva barraca han trasladado sus dueños el pastrulismo artistoide?
“Dirígete a lo que fue el cine Verano y sigue el olor a ganja pasada…” me contestó Mr. Jueves.
Fuí, seguí, llegué y me arrepentí de no haber llevado una máscara de gas y algún aparatejo para escuchar música de El Capitán Memo. Casi me desplomo ahogado con mi propio vómito. A mi izquierda había gentuza, a la derecha babosos, de frente imbéciles y a mis espaldas fumones con ínfulas artísticas. Me cago. ¡Me cago!! (¡papel!! ¡papel!!).
Bueno, al grano que la vida es corta y mis ganas de olvidar lo estúpido imperioso.
Empezó el recital poético (léase exteriorización de un amor propio absolutamente nulo) un tal Avelino Bazar, prospecto de parafílico el cual no podía decidir si estaba nervioso o arrecho. El mozo parecía sacado de un hospicio para lobotomizados y sus versos, carentes de gracia, fuerza, interés o mala leche, rebosaban si de ciclópea oligofrenia. Me extraña que no haya babeado al declamar sus escritos. Aunque también es cierto que existen pastillas para frenar eso.
Le siguió Rubiño El Aguilucho. Menos malo que su predecesor (osea, simplemente mediocre), pasó como una flatulencia que no deja olor.
Pacífico Estuardo Ezquerra se me cayó por completo al verle sentado en ese altar a la cojudez. Mientras arrastraba las palabrejas de sus lamentables poemas, no pude sino recordar los pasajes más intensos de aquel sugestivo cuento que escribió hace años _ notablemente ambientado en un legendario reino preincaico _ con una mezcla de admiración, nostalgia y suma decepción.
La cosa hasta el momento tenía la profundidad de un keke quemado, la originalidad de un chiste viejo y el interés de ver derretirse un cubito de hielo. ¡Pero aguanta!! ¡faltaba más!!
Vito Vientre, fronterizo chaplinesco de rasgos fetales, aportó lo suyo en humillar a nuestra sufrida especie, efectuando un ritual plagado de sonidos guturales y actitudes de animador infantil con principios de Alzheimer. Con su insufrible voz de muñeco a pilas bamba y aquel palo rasca huevos, tuvo al menos el dudoso honor de hacer cagar de risa a dos tipos e incluso de provocar sonrisitas tímidas en el moderador (en el fondo deseos de descojone bestial, apuesto).
El Vientre fue el que más me decepcionó, confesaré. Me informaron que ver su show era lo mejor de la noche, una hilarante experiencia de vergüenza ajena pura y dura; pero terminó incitándome a golpearle los dientes con palos de golf sin ningún remordimiento.
Lo que sí me divirtió un poco fue ver a un puñado de músicos extranjeros (léase unos vagabundos argentinos) hacer propaganda de la función que realizarían en el local de la competencia; proclama que hicieron después de negarse a tocar algo para los nazqueros. Brutal, por Dios. Me hizo recordar aquellas veces en el cole, cuando algún compañero levantaba la mano y el profesor, entusiasmado por una inminente intervención, debía conformarse con una petición para ir al baño.
Y rematando la monotonía (ingenuos, creían que ya habíamos llegado al sótano del sopor ¿eh?), el gordo Rosado llevó a cabo una performance dizque poético-musicaloide, cuya espectacular idiotez quiero atribuir a una indisposición de su autor originada por el atiborramiento de supositorios vencidos. Por cierto, muchas veces pienso que el pobre Abraham Mendoza debió tener un karma bien cagao como para que su obra y nombre fueran pasados por la entrepierna en cuanta muestra escénica se diera hoy en día. Rosadín citaba al santiagochuquino cada vez que su verborrea de primarioso bipolar se lo permitía. Quizá el mozo hubiera salvado en algo la velada de haber dado término a su número con un eso es to…eso es to…eso es todo amigos! pero ni eso, caray.
Y fin. Me largué de ahí, fui a mi casa, quemé mi ropa y me bañé 77 veces.
Advierto a los potenciales ofendidos que el autor de este artículo es líder-fundador de un grupo terrorista anarco-zen, además de eximio cultor del sagrado arte marcial del chi kung, cuyas mortíferas destrezas adjunto en las pics de la presente actualización.
Así me gusta negros, así me gusta.
Sumisión y respeto.
Sumisión y respeto.
Ahora, a ver La Familia Ingalls…
Jajajaja, el gordo Rosado es el gordito con retraso mental al que canal seis apoyó promocionando su lucha contra la dislexia llamada Cuentos pa kemarse, no? Qué emoción, no pensé que existía, pensé que era una cortina de humo de Acuña por los desagues rotos del centro. Csm, existe!
ResponderEliminarAsí me gusta, negros, así me gusta, sigan posteando. Así como escriben sus poemitas "destroza-conchas", escriban acá pues.
ResponderEliminarAnnita Frankie
Editora
Annita:
ResponderEliminar¿Tú también saliste de las canteras de Poesía Hembrista? ¿Y te sientas con las piernas abiertas, y te hurgas la nariz y lanzas tu pollo al pie de las aceras todo en pro de la igualdad de género?
Oye tu gusano machista asqueroso ay, deberías aprender de mí que soy una hembra con coraje. A todos los que me caen mal les meto un quiño, xq soy mas fuerte que todos, vengan pes a mecharse conmigo, tira de gusanosssss.
ResponderEliminarEstimada Anita, espero con ansias la crónica de la noche de "ninfulas" en el nazca. Donde la denominada "poesia hembrista", que nadie sabe de donde salió semejante HUACHAFADA, hizo gala de su mediocridad. La pregunta es, las pobres otras dos nínfulas sabían a que se atenían en ese lugarejo??? pfffff. Ese tipo de tonterías sólo desvirtúan a la verdadera poesía escrita por mujeres.
ResponderEliminarSoy un buscador de mascotas, soy el mejor en lo que hago.
ResponderEliminarContratos: 948374936
Precio a tratar.
Campaña Adopte una mascota:
ResponderEliminarAdoptar una mascota tiene un significado muy especial, por muchas razones; una de ellas está en otorgarle una nueva oportunidad a un ser vivo que no merece llevar una vida miserable, de abandono e indiferencia de las editoriales y la sociedad en general.
Muchos de estos animalitos no saben de otro lugar dónde poder vivir mejor que un guarique en el centro llamado El Nazca; lo que es peor: muchas familias los dejan por la calle, abandonados a su suerte y a merced de cuanto matacabros exista.
Si está en tus manos adoptar a una de estas mascotas, hazlo. No olvides que dependerá de ti para comer, estar limpio y con buena salud, a cambio recibirás el cariño más sincero y decenas de libros muy útiles para toda fogata en Semana Santa.
Dicho esto, puedes revisar las imágenes y elegir el tuyo:
http://www.facebook.com/photo.php?pid=3102160&id=287656659191
O puedes ir al Nazca, todos los miércoles en la noche, y llevártelo por sólo una cerveza. La que te regalaremos muy agradecidos si te llevas uno de estos pobrecitos.
Sólo me interesó saber que muchos se han hecho cientos de pajas con Mary ingalls (Melissa Sue Anderson) a lo largo de los años... Es más, quién no largó leche por ella si viste la serie???
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